martes, 23 de septiembre de 2008

sigue la novela: femme fatale (o algo asi)


Ella entra con esa mezcla de locura y cabreo que tan bien sabe expresar su preciosa cara, mientras mueve sus coletas con un coqueto balanceo, Cristina sabe muy bien que me vuelven loco detalles como ese, y no va a para de repetir esa acción durante toda la tarde. Se acerca a la barra, pidiendo a Matt un gin tonic, y una canción de Slayer para que los babosos que rondan por allí, se caguen de miedo y no se acerquen a ella. Siempre ha sido una chica muy lista. Mira al gran Al y me pregunta: “¿qué le pasa a tu amigo Meat Loaf?”, “le ha dejado su mujer”, respondo sin dejar de contemplar su delgadita figura. “Ya era hora… deja de mirarme, y vamos a esa mesa a discutir”. Me levanto y sigo su culo, ¿porque hago esto?, básicamente porque la quiero y ella lo sabe.

-¿Dónde esta Joan?- pregunto sabiendo ya la maldita respuesta.

- Joan es gilipollas y le odio- responde con toda la verdad del mundo. Aunque me caiga bien Joan, seamos sinceros…es gilipollas.

-Desde que nos conocemos no has dejado de amar a ese gilipollas- lanzo el primer ataque...

-Es verdad amo a ese idiota- …pero responde a la afrenta como ella solo lo sabe hacer.

-Pero también le odias- lo vuelvo a intentar.

-Claro, yo le amo y le odio al mismo tiempo, es lo que hay que hacer. Todos vosotros lo hacéis mal, primero gastáis todas vuestras fuerzas en amaros con tanta pasión… y cuando ya nos os queda nada, solo os queda el odio. Por eso os dura tan poco la felicidad.

-¿Crees que soy así?- lanzo mi ultima oportunidad de ganar esta batalla.

-Pues claro, aun sigues enamorado de mi, por lo tanto no tienes ni puta idea de lo que es el amor, siempre quieres a la chica equivocada- Cris Me suelta este comentario sabiendo que me ha dejado tocado y hundido. Ha ganado ella.

-Dime ¿has venido solo para criticarme?- ahora mismo es lo único que se me ocurre decir.

-Claro que no, he venido para invitarte a mi nueva exposición de arte- lo dice con un absoluto tono de indiferencia. Es increíble como consigue ese efecto, podría hablar de cualquier tema, quitándole todo la importancia que realmente tiene. Es un don increíble que muy pocas personas del mundo tienen.

-sabes que no me gusta el arte- es verdad.

-A mi tampoco…eso explica porque soy tan buena en esto. Intenta venir pronto, y por el amor de dios, no vengas borracho- me mira con picardia, enciende un pitillo que extrañamente huele a frambuesa ¿porque huele a frambuesa?, a partir de ahora cuando tenga una fantasía sexual donde ella salga ¿todo olerá a frambuesa?.

-No puedo prometerte nada– es verdad.

-En realidad no me importa mucho, pero has de comprender que es mi exposición y por lo tanto yo he de ser el centro de todas las miradas- mira a través de la ventana hacia su coche… ahora lo entiendo todo.

-Dime ¿Qué has hecho con tu novio Joan?- ya se la respuesta, ya la se…

-Esta donde siempre- mira otra vez su coche.

-¿Lo has vuelto a encerrar en el maletero de tu coche?, ¿Sabes que después de tres horas le empezara a faltar el oxigeno?- ahora todo encaja…

-Es mi plan de siempre: nos peleamos, lo encierro en el maletero durante un par de horas, vengo aquí, discuto contigo, me calmo, vuelvo al coche, abro el maletero, y me vuelvo a enamorar de mi chico- sonríe ella, explicándome su objetivo.

-Y yo me pregunto ¿que saco yo de esto?- es mentira, no me interesa saber eso.

-Noches de insomnio pensando en mi- otro vez ese tono de indiferencia para quitarle valor a algo realmente importante ¿Cómo lo hace?, quiero aprender a hablar como lo hace ella.

-Creo que eso no es suficiente para mí- lo digo con un tono algo afectado, a ver que ocurre…

- Los se, pero es lo que hay, no siempre se consigue lo que se desea. Vas a tener que conformarte con verme sonreír desde el otro extremo de esta mesa…y no desde el extremo de tu cama- por primera vez en toda la discusión, deja el tono de indiferencia a un lado, y dice algo que nace desde lo mas profundo de su alma.


Los dos nos levantamos sabiendo que la conversación llega a su fin.

- Y ahora he de ir a por mi amor- ella me regala la ultima sonrisa del dia (o no) .
-Y yo a por mi birra- sonrio, pero no tan bien como ella.

Al final, Cristina pasea lentamente hacia la salida del bar, siguiendo el ritmo de Femme Fatale, pero no la original de Velvet Underground, sino una versión de Teenage Fanclub que me gusta mucho más.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy verosímil. No sobran detalles, el ambiente muy bien construido, el personaje femenino llega a generar frustración(uno se pone en la piel del afectado), eres muy bueno con los diálogos además de con los personajes! prueba de ello es que lo he releído... otra vez. Me gusta. Pero me gustaría más leerlo entero que por entregas tan espaciadas...

Por cierto, el detalle del novio en el maletero...uhmm toque surrealista, está muy bien y no deja de ser creíble, lo cual me sorprende ^_^

pdta: el chico es más entrañable que la chica. Pero te felicito por tu capacidad para crear personajes femeninos. Los hombres suelen ser muy malos en eso :P

Rosa dijo...

te sigo :)
me gusta el personaje de Cristina, aunque lo del maletero... como te las vas a ingeniar para que su novio aguante eso? jajaja
me gusta el hambiente que recreas
un abrazo